Tampoco descubrimos algo nuevo diciendo que «lo hemos pasado de categoría» hoy por la tarde en la Casa del Seglar con D. Luis Oliver. 

  

Pero sí que merece la pena dejar negro sobre blanco, aunque de forma imperfecta, algunas pinceladas de las que hemos podido saborear hace poco.

Empezando por los puntos 32-34 de la Novo Millennium Ineunte el Papa San Juan Pablo II destaca que los cristianos que se conforman con una oración superficial son «cristianos con riesgos». Sólo la oración constante nos hace «cristianos asegurados».

¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

LA ORACIÓN ES UN DON, sin embargo es preciso aprender a orar. No se nos olvide lo que Santa Teresa decía al respeto » orar es tratar de amistad con aquel que nos ama». Se trata de diálogo, con Cristo naturalmente.El quiere ser nuestro amigo íntimo

La ORACIÓN NOS CONVIERTE, nos transforma en «amados especiales», o sea personas que se saben amadas. Es una transformación progresiva que nos lleva a escuchar su voz para hacer su voluntad.

La ORACIÓN DEL DÍA A DÍA es el alma de la vida cristiana. Cristo quiere permanecer con nosotros: la RECIPROCIDAD es el fundamento de la vida cristiana. Cuando hay grietas en mi vida, debo preguntarme: «Cómo va mi oración?»

La ORACIÓN ES ALGO QUE DIOS HACE EN TI POR EL ESPÍRITU SANTO. Él es el santificador, quien lleva a cabo las obras de Dios en el mundo.

La ORACIÓN NOS ABRE: nos hace salir de nosotros mismo y contemplar el rostro del Padre.
Nos descentra, rompe la dinámica egoista. Quien no ora, sólo oye a sí mismo.

La ORACIÓN ES UN ANTICIPO DE LA ETERNIDAD
La plenitud de la vida es saberse hijo De Dios y crecer como hijo De Dios.

Tenemos que aprovechar del don de la oración.

Las dos vías para desarrollarlo son la liturgia y la oración personal.  La oración te hace vivir el momento presente y te quita el miedo al futuro porque te das cuenta que siempre, en todo momento, estarás con Dios.
Si vivo de oración, vivo con Cristo día a día y no tengo miedo.

Y si por si a caso no entiendes nada de todo eso y estás a cero, bien, di sencillamente: «SEÑOR, ENSÉÑAME A ORAR»

   

¿QUÉ PUEDE FACILITAR RECIBIR EL DON?

  • La necesidad de vivir de manera habitual el SILENCIO. El Espíritu Santo está en nuestra alma y por lo tanto tienes dentro al Señor, no estás sólo nunca.
  • La CONSTANCIA: por lo menos 15 minutos cada día, según sugerencia de la misma Sta. Teresa de Jesús.
  • Estar CARA A CARA CON JESÚS: mirarlo en la adoración.
  • Preguntándome: ¿QUE ESTOY BUSCANDO DE VERDAD? Generalmente pasa que en la oración buscamos a nosotros mismos o nuestras cosas olvidando lo que nos dice el Señor: «Buscad primero el reino de Dios y todo los demás se os dará por añadidura».
  • ¡No oras nunca sólo! La Iglesia está contigo y en comunión con todos los santos.
  • El CONTENIDO de la oración: un contenido fundamental de la oración personal es decirle a Dios todo lo que vives y sus circunstancias. Otro es orar con la Palabra de Dios, dando importancia a: Lo que dice; lo que me dice y lo que le digo yo a Jesús.
  • Las DISTRACCIONES son ocasiones para pedir por lo que nos ha distraido.

Por último, recuerda: TODA ORACIÓN ES FECUNDA, ¡NADA SE PIERDE!

Si todo ello no te basta, apuntate a la próxima sesión, Domingo 11 de febrero.